Jureles a 12 de Diciembre de 1.956.
Señorita Anita:
No he tenido la ocasión de ser presentado a UD. Y como me parece incorrecto abordarle directamente en estas condiciones, me permito la libertad de dirigirle estas líneas.
Anita, desde que el otro día, por primera vez pude verla, quedé convencido de que era UD. La mujer que guardaba dentro de su pecho mi felicidad eterna.
Por esta razón, yo lo que me hubiera gustado es hacerle esta declaración en palabra y en directo.
¿Será UD. Tan buena como bonita y permitirá escuchar mis palabras de mis propios labios?
En el caso que le haya molestado la leyenda de mi carta, le ruego que la tome con cariño aunque sea para romperla y sepa que a mí me ha roto el corazón sin tocarla.
Anita, le amo a UD. Con toda mi alma y le juro de que no se trata de un capricho pasajero porque solo pienso en UD. En todos los instantes y a todas horas.
Si lo tiene a bien de contestarme, le ruego que me aclare si puedo escribirle más o si le puedo hacer la visita y entre tanto, el respeto y la admiración de su rendido adorador.
José Montiel Brenes
Jureles, Puerto de la Torre- Málaga
(Texto de la Primera carta de amor escrita por José Montiel Brenes a su mujer)